Comprar es político

Cada vez que realizamos una compra estamos apoyando un determinado modelo de producción y comercialización, por ende, una forma de construcción (o destrucción) del mundo. El comercio justo es una alternativa al modo de producción capitalista y requiere de la presencia activa de un consumidor responsable que le de continuidad y refuerce su permanencia.

Sólo 200 empresas en el mundo concentran el 70% del total del comercio. Esto implica que los que controlan la mayor parte de la producción y el consumo son grandes empresas multinacionales que monopolizan mercados, restringen la oferta de productos y consolidan -mediante estrategias publicitarias e imposición de marcas- altos niveles de consumo, provocando la pérdida de autosuficiencia alimentaria y alentando el saqueo de los bienes comunes.
La red de comercio justo está enmarcada dentro de un amplio arco de luchas que se articulan a fin de producir cambios en las estructuras hegemónicas del capitalismo
, el cual impone rapiñeras formas de producir, comercializar y consumir. La alimentación es un derecho y no una mercancía y la agricultura tiene que producir alimentos y no bienes de mercado.
Comercio justo es aquel en el cual todos/as los que producen bienes, servicios, ideas, creaciones; trabajan en condiciones dignas, sin explotación y cuidando el medio ambiente. Lo producido se vende a precios justos a través del establecimiento de una relación directa -que evita el sobreprecio de los intermediarios- con los consumidores.
El consumo responsable y solidario sostiene un modelo alternativo al hegemónico en donde los ciudadanos participen activamente en el proceso de construcción de la sociedad. Para esto es necesario informarse de los mecanismos de producción y comercialización de los productos que compramos y bajo qué condiciones sociales y medioambientales fueron elaborados, para así poder elegir de manera meticulosa lo que compramos.

1 comentario:

Juanjo Sánchez dijo...

Hola Compañerxs de Poriajhú!!!
Claro que comprar es POLÍTICO!!!
Hay que entender que la comercialización es el proceso político de la producción: en el precio se juega el poder de compradores y vendedores. La concentración del comercio en pocas manos, implica la pérdida de soberanía sobre lo que consumimos. Cada vez tenemos menos alternativas y eso es perder libertad. Las grandes empresas concentran los eslabones más rentables de los procesos económicos, y los menos rentables los "externalizan", para que se encarguen los que no tienen poder...

Claro que sí, en esta sociedad capitalista en la que la Buena Vida, la Vida Digna, se mide por lo que consumimos COMPRAR ES POLÍTICO!!!
Linkié esta entrada al Blog de PACHAMANKA: pachamanka-bancopopularnoa.blogspot.com
Muchas gracias y ¡Felicitaciones por el Blog!!!
Paz y Bien
Juanjo